lunes, 15 de mayo de 2017

Grimm, no es un cuento de hadas

A lo largo de mi vida he visto muchas series. Anime, animación occidental, live action… he visto muchísimas variantes, de las cuales no todas he llegado a terminar por múltiples razones que ahora mismo, bueno, no vienen al caso. No obstante, pocas series me han llegado a enganchar tanto como lo hizo en su día Grimm. Nunca antes me había tragado la friolera de cuatro temporadas en apenas semana y media, sin parar, sin dormir apenas. No sabría si decir que fue una maravilla o un infierno, pero consiguió que Grimm se convirtiera en una de mis series favoritas, y la que más me apenó su cancelación (y el consiguiente adelanto de su final, cosa que agradezco, ya que al menos no terminó inconclusa como otras muchas grandes series como Constantine y Me llamo Earl).

Para quien no conozca la serie, hay que empezar con una breve reseña. Grimm cuenta la historia de Nick Burthard, un detective de la policía de Portland, Oregon. Nick vive con su novia, Juliet, y tiene una estrecha amistad con su compañero detective, Hank Griffin y el agente de policía Drew Wu. No obstante, su vida da un vuelco cuando su tía Marie, a la cual hacía años que no veía, irrumpe en su vida. La anciana mujer le revela que es un “Grimm”, descendiente de los famosos hermanos, con la capacidad de ver la verdadera apariencia de unas criaturas llamadas “wesen”, las cuales parecen humanos ante el resto de personas. Tras el despertar de esta habilidad, Nick comenzará a adentrarse en un mundo oculto tras la aparente normalidad de la vida diaria, conociendo a muchas personas (humanos y wesen) que le ayudarán, como Monroe (un “blutbad” relojero) o su propio jefe, el capitán Sean Renard.





A primera vista puede parecer una serie de caza de monstruos, al más puro estilo Sobrenatural, pero nada más lejos de la realidad. La serie en si, es una serie de policías con un transfondo sobrenatural, pero planteado de tal forma que, aunque suene raro decirlo, podría estar sucediendo. No es como en otras series en las que un grupo de hombres lobo asesinan a todo un pueblo y a nadie le extraña, no. La serie utiliza este componente mágico (por definirlo así) para justificar cosas que, en la vida real, se asocian a cosas como locura, psicopatía u otros tipos de problemas mentales, explicándolo como acciones de wesen que actúan por instinto o por ser malvados. En su momento me pareció una idea curiosa, que ha terminado por resultar extremadamente útil y, sobre todo, realista, sin quitarle ese aire fantástico que predomina durante toda la serie.

No solo eso, sino que pronto empiezan a surgir tramas secundarias muy interesantes, como luchas de poder entre casas reales, búsquedas de objetos místicos o batallas contra sectas wesen radicales, lo cual permite que la serie no se quede estancada en una sola trama constante o se convierta en un refrito de historias similares que terminen cansando.



De izquierda a derecha: Adalind, Renard, Rosalee, Monroe, Nick, Juliette, Hank y Wu


No puedo decir mucho acerca de la versión original, puesto que es una de las pocas series que veo doblada al castellano, pero puedo decir que las actuaciones de los actores son excelentes. Actúan de forma muy natural y son muy expresivos, sobre todo  Silas Weir Mitchell, actor que interpreta a Monroe y al que ya se vio en Me llamo Earl en varios episodios, el cual tiene una expresividad facial realmente impresionante. Las voces del doblaje están muy cuidadas y bien escogidas, casando muy bien con la apariencia de los personajes, haciendo que se vea muy natural y en ningún momento te pase por la cabeza el clásico “esa voz no le pega”. La música también esta muy cuidada, ayudando mucho a introducirte en las escenas, y la intro es, para mi, realmente maravillosa y que casa a la perfección con el tema de la serie.

Ahora bien, no todo es perfecto, y tiene un problema digno de ser mención. Las tramas, que antes he mencionado que son variadas, tienen el problema de que, a veces, se solapan demasiado, dejando detrás datos importantes. La trama que da inicio a la serie (que solo diré que tiene que ver con unas misteriosas llaves) desaparece de pronto a mitad de serie aproximadamente, para reaparecer de golpe más adelante. También, por culpa del adelanto del final que se tuvo que realizar debido a la cancelación de la serie, hizo que una de las historias más importases terminase muy bruscamente y, por decirlo de alguna forma, fuera de plano, para introducir rápidamente la parte final. Y no voy a hablar sobre el final, porque, bueno, sería spoiler.

Espero que gracias a esta pequeña entrada le deis una oportunidad a Grimm y podáis disfrutarla tanto como lo hice yo, os aseguro que merecerá la pena.

lunes, 1 de mayo de 2017

Guardianes de la Galaxia VOL 2, sin spoilers

Es difícil hacer una reseña de una película sin caer en spoilers, pero creo que Guardianes de la Galaxia VOL 2 permite al menos el intento, ahora que estoy un poco mas relajado del hype. Porque a pesar de que en la balanza de preferencias me decante más por la más "oscura" DC Comics, eso no me impide disfrutar como un enano con los trabajos de la compañía Marvel. Porque, admitamoslo, el cine es su terreno.

Guardianes 2 retoma la historia unos meses después del final de la primera entrega. El equipo está más o menos constituido, con algunos miembros sintiéndose más parte del equipo que otros. Ese es uno de los pilares principales de esta película: la familia, el encontrar gente con la que sentirte integrado y querido. Eso puede verse en numerosas situaciones, como la relación entre Gamora y Nebula (la cual se desarrolla mucho en esta entrega) o los asuntos sin resolver entre Quill y su padre Ego (cuya identidad es radicalmente diferente a la de los cómics, el cual debería ser J'Son de Spartax). A veces esto hace que el ritmo de la película se ralentice un poco, pero siempre habrá un chiste para relajar el ambiente y mantener el buen humor.


La banda sonora, al igual que en la anterior película, esta repleta de éxitos de los 80. Si bien resulta menos llamativa que la vez pasada, y hay una notoria ausencia de una de las canciones del trailer, cosa en la que no reparé inicialmente (Fox on the Run), sigue siendo perfecta y entona con la película en todo momento. No solo la música, sino que durante toda la sesión te bombardean con referencias a esos años, como el actor/cantante David Hasslehoff o Pac Man, el iconico personaje de videojuegos.

Un punto importante a añadir es que, en esta ocasión, los creadores de los trailers han realizado una labor excelente. Últimamente se revela demasiado en los avances de las películas, muchas de ellas contándote toda la trama en pocos segundos y dejando apenas información que descubrir durante la propia película. En cambio, este trailer, si bien muestra personajes importantes como Ego y Ayesha, realmente no revela nada acerca de la trama salvo pequeñas perlas. E incluso si unes esos pedazos de información e intentas formarte una idea de la trama, acabarás fallando. A menos que seas una avezado lector de comics, en cuyo caso, no es dificil. Pero esas personas están un paso por delante de nosotros, simples mortales.

No ahondaré más en la crítica, puesto que no soy un experto analista ni quiero entrar en el pozo de los spoiler. Por lo que me limitaré a recomendar encarecidamente la película, ya que no decepciona, e incluso anima a verla otra vez. Lástima no poder verla en VO en cines, habrá que esperar.